Aunque esta nueva estación nos invite a la reflexión y a echar un poco el freno tras el ajetreo del verano, no siempre nos es posible hacerlo.
Lamentablemente hay obligaciones y deberes de la vida diaria que, a veces, nos arrastran a un estilo de vida bastante atribulado y contrario a los mandamientos del “slow living” que supuestamente, según nos dicen los gurús del “lifestyle”, debemos seguir.
Claro está que a todos nos gustaría levantarnos temprano para desayunar junto a nuestra ventana abierta a un campo de amapolas, salir a arreglar el jardín mientras un delicioso puchero hierve en la cocina y tomarnos una taza de té a media mañana esperando a que nuestro pan casero de centeno termine de hornearse.
Pero la realidad es otra.
Horarios de trabajo interminables, tareas domésticas eternas, cocinar para la semana, lavadoras y un amplio abanico de torturas varias nos impiden poder relajarnos tan a menudo como quisiéramos y dedicarle tiempo a las cosas que realmente deseamos hacer.
Y así es como nació esta receta. Por necesidad.
Quería hacer un bizcocho rápido y sencillo, obviamente delicioso, y con ingredientes que siempre hubiera a mano para poder solventar la falta de tiempo cuando nos apetece endulzarnos la vida pero nos falta tiempo o ganas.
Con esta receta, en una hora, tendréis un bizcocho casero jugoso que os aguantará cuatro o cinco días si lo conserváis bien. También podéis racionarlo y congelarlo o lo que mejor os venga.
Vamos con la receta.
“BIZCOCHO DE LA SEMANA”
Para un molde de cake de 25 cm
INGREDIENTES
225 gr de harina de trigo
180 gr de azúcar
1 sobre de polvo de hornear (16 gr)
3 huevos
100 gr de mantequilla fundida
100 gr de leche
1 cucharadita de vainilla
Opcional: ralladura de naranja o 1/2 cucharadita de canela
MÉTODO
Tamizar en un bol la harina, el polvo de hornear, la canela si se usa y un pellizco de sal. Reservar.
En un bol mezclar los huevos, el azúcar, la mantequilla fundida, la leche, la vainilla y la ralladura de naranja si se añade.
Agregar los ingredientes líquidos al bol de la harina y mezclar con una varilla lo necesario para obtener una masa homogénea.
Verter la mezcla en un molde de cake encamisado con papel de horno o untado con mantequilla y espolvoreado con harina.
Hornear en horno precalentado a 180 grados unos 45-50 minutos.
Dejar templar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldarlo y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
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¡Por supuesto también puedes escribirme para cualquier duda que tengas con la receta!
Delicioso...