"DONUTS PERFECTOS"
Y UNO DE MIS RECUERDOS ADOLESCENTES
No sé si el holandés que inventó la receta de los donuts era consciente de lo que hacía cuando estaba creando este pequeño y delicioso monstruo. Seguro que sí.
Por que, ¿Puede algún dulce ser más deseado e irresistible que un donut?…
No se me ocurre ninguno…
Hoy voy a compartir mi receta de estas doradas delicias codiciadas por todo el mundo, pero antes, para que os riáis un rato, voy a contaros una anécdota de mi infancia.
Recuerdo perfectamente la primera vez que mi madre los hizo en casa.
Yo era casi un adolescente, por aquel entonces; y me había pasado la semana convenciéndola para que nos hiciese aquellos deseados bollos. Había visto la receta en uno de sus libros de cocina y desde entonces me propuse averiguar si los donut caseros se parecían a los comprados.
Se reunían todas las condiciones para que el resultado fuese un desastre total: mi madre no era una repostera experimentada, había que amasarlos a mano y tampoco teníamos la especia que mencionaba la receta (el cardamomo).
No puedo evitar reírme a carcajadas cada vez que recuerdo la mesa de la cocina llena de donuts tapados con paños de cocina mientras fermentaban… ¡Estuvieron casi 4 horas y ni siquiera aumentaron de tamaño!. Se mascaba la tragedia.
A mi madre la llevaban los demonios porque ella ya se había imaginado una bandeja repleta de aquellas doradas y esponjosas, azucaradas, maravillas en la mesa de la cocina; y aquello no pintaba bien.
Evidentemente, fue un desastre total. ¡Como no podía ser de otra manera!…
Salieron unas rosquillas medio crudas y desinfladas… ¡Me muero de la risa!…
Aquella mujer, mi madre, repostera inexperta donde las haya; se había armado de valor y paciencia para contentarnos a todos y no había podido ser. Pero fue una merienda de risas maravillosa e inolvidable.
Ni que decir tiene que seguimos comprándolos ya hechos durante muchos años hasta que yo aprendí a elaborarlos en la escuela de cocina. ¡Mi madre no es una mujer de segundas oportunidades en la cocina!. (de verdad que no consigo parar de reír)
Es por eso que en esta ocasión, y para ahorraros una tarde de experimentos y un chasco en la cocina, quiero compartir con vosotros mi receta de donuts. Perfeccionada a lo largo del tiempo y con la experiencia.
Por supuesto que pueden elaborarse a mano, pero si no tenéis experiencia con masas de este tipo, mi consejo es que utilicéis una amasadora o una KitchenAid con el gancho de amasar. Así os evitáis rompederos de cabeza y os aseguráis de que la masa desarrolle el gluten perfectamente para obtener unos bollos dorados y esponjosos.
Puede que hacerlos en casa os parezca complicado. No os dejéis intimidar. No lo son. Y una vez probéis los caseros, no querréis otros.
¡Vamos con la receta!