"HOT CROSS BUNS"
UN DULCE DE PASCUA
La Pascua es una época estupenda para disfrutar de las torrijas, las flores, los roscos, los pestiños, los buñuelos y un sin fin de masas fritas maravillosas; pero también hay un montón de recetas con masas de brioche como las toñas, el panquemao, las cocas, la rosca gallega o el tropezienne, que bien merece la pena degustar.
En mi caso, y la verdad, no sé porqué; descubrí esta receta de forma tardía. Pero desde entonces, en estos últimos años se ha convertido en una de mis preferidas en estas fechas.
En cuanto los probéis, estos pequeños bollos especiados aromatizados con naranja y pasas os van a cautivar.
La Pascua, también llamada Pascua de Resurrección, Pascua Florida, Domingo de Pascua o Domingo de Resurrección es la fiesta central del cristianismo en la que se conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado, de acuerdo con los evangelios canónicos.
La Pascua marca el final de la Semana Santa en la que se conmemora la muerte y resurrección de Jesús e inicia un período de cincuenta días que termina el día de Pentecostés.
El pueblo judío, en la fiesta de la Pascua (Pésaj), recuerda su paso a través del Mar Rojo guiados por Moisés y quedando liberados de esta forma de la esclavitud que padeció en Egipto; mientras que los cristianos, en cambio, con la fiesta de la Pascua conmemoran el paso de Jesucristo de la muerte a la vida, y su resurrección, acontecida en domingo, en el tercer día de su muerte, para salvar al pueblo de Dios, que queda liberado así de las consecuencias de los pecados que lo alejan del Creador.
Los Hot Cross Bun son unos bollos especiados, que generalmente contienen pequeños trozos de pasas y naranja; que están marcados con una cruz en la parte superior, y que se han comido tradicionalmente el Viernes Santo.
Estos panecillos marcan el final de la temporada de Cuaresma y los diferentes elementos del panecillo tienen cada uno un significado específico: como la cruz que representa la crucifixión, las especias en el interior que significan las especias utilizadas para embalsamar a Jesús y, también la cáscara de naranja que refleja la amargura de su tiempo en la cruz.
En la tradición cristiana, la elaboración de bollos con una cruz y su consumo tras romper el ayuno del Viernes Santo, se realiza para conmemorar la crucifixión de Jesús.
Ni que decir tiene que el folclore ingés incluye muchas supersticiones en torno a estos Hot Cross Buns. Una de ellas es que si el bollo se hacía con masa amasada para las hostias y se horneaba y servía el Viernes Santo, no se echaría a perder ni se enmohecería durante el año siguiente. Otra creencia fomenta la conservación de este tipo de bollo con fines medicinales pues se dice que dar un trozo a una persona enferma le ayuda a recuperarse. También que si se llevan en un viaje por mar, los bollos de Pascua protegen de los naufragios y que si se cuelgan en la cocina, protegen del fuego y garantizan que todos los panes queden perfectos.
Ya sabéis, ¡qué sería de las tradiciones sin el folclore!.
Como todas las masas de brioche, estos bollos es mejor consumirlos el mismo día de su elaboración. Incluso aún templados. Si los conserváis bien aún estarán aceptables al día siguiente. De ahí en adelante es mejor consumirlos dándoles un pequeño golpe de calor o incluso tostándolos y untándolos con mantequilla.
Podéis sustituir la masa para dibujar la cruz por unas tiras de masa quebrada o si lo preferís, dibujarla con un glaseado de azúcar glass una vez que los bollos estén templados.
Por último, si las uvas pasas no os hacen mucha gracia, podéis sustituirlas por cualquier fruto seco.
¡Vamos con la receta!